Ernesto, un joven mexicano de 18 años, se fue a estudiar el idioma inglés a Canadá, como parte de sus estudios. Sus padres no eran ricos, por lo que tuvieron que hacer un gran esfuerzo económico para poder brindarle esta oportunidad, y Ernesto lo sabía. Lo más accesible era que Ernesto viviera con un "HomeStay", es decir, con una familia anfitriona, quien sería responsable de hospedaje y alimentos a cambio de una mensualidad, asimismo Ernesto viviría de primera mano la cultura y experiencia del país.
La familia anfitriona de Ernesto, seleccionada al azar, era una madre soltera con dos hijas, de 15 y 16 años. La señora Lina, la señora de la casa, acostumbraba a recibir sólo mujeres en su casa, pero aceptó recibir a Ernesto, pues en ese tiempo casi no hubo niñas que se fueran a estudiar y la señora Lina necesitaba ese ingreso. Además, Ernesto parecía un buen muchacho, y realmente lo era, un joven de familia de valores y respeto, pero cometió un error que le cambiaría su experiencia en el extranjero por completo.
Susan, de 15 años y Lauren de 16, eran muy bellas, altas, rubias y de ojos claros, el típico estereotipo de jovencita canadiense. Ernesto, nada tonto, aceptó inmediatamente vivir ahí, pues a pesar de que viviría con puras mujeres, era un adolescente y se sentía con oportunidad de coquetear con canadienses, y cabe mencionar que se sintió atraído por la belleza de estas chicas, y quiso aprovechar la intimidad de la casa para intentar ver su ropa interior en cualquier oportunidad.
Pronto llegó Ernesto a Canadá, se acopló muy bien y a pesar de hablar prácticamente nada el idioma, la señora Lina y sus hijas lo recibieron calurosamente. Una tarde, apenas habían pasado unas 2 semanas de su llegada, Ernesto se encontraba solo en casa, había llegado de la escuela y notó que no había nadie, pues las niñas se encontraban en clase de ballet y su madre había ido a recogerlas. Sintió un deseo inmediato de curiosear en el cuarto de las niñas, pues desde que llegó no había tenido ninguna oportunidad de verle los calzones a alguna (la señora Lina había sido muy cuidadosa en ese aspecto, pues era la primera vez que recibía varones en su casa y sabía que tenía que cuidar la intimidad de ella y sus hijas). Sigilosamente entro al cuarto de ellas, y comenzó a buscar la gaveta de ropa interior. Pronto la encontró e inemdiatamente sonrió y comenzó a tener una erección, sacó el primer par, unos bonitos calzones rosados, siguió buscando, pero se sentía realmente en el paraíso, analizando a detalle cada par de calzones que las hermosas hermanas vestían al final de sus largas piernas.
Ernesto no pudo evitar bajarse los pantalones y comenzar a masturbarse, estaba tan concentrado que no notó la llegada de las mujeres a la casa.
Susan y Lauren subieron a su cuarto como de costumbre, pero al llegar vieron la desagradable escena ya antes mencionada. Un enorme grito soltaron las dos al unisono, Ernesto también gritó de la sorpresa y del nerviosismo, y Lina subió inmediatamente. Al ver la escena, se puso molesta, muy muy muy molesta. Ernesto, apenas sabiendo decir algo en Inglés, intentó decir:
**los diálogos se harán en español **
-I I I can explain... (puedo explicarlo)
-Que carajo estás haciendo Ernesto? Estás demente? Llamaré a la policía, no tendré enfermos sexuales como tú en mi casa.
Ernesto no entendió la totalidad de lo que dijo la señora Lina, pero sabía que no era nada bueno.
-"Por favor no, haré lo que sea, por favor no, me van a regresar a México. Todo el mundo lo sabrá, por favor no lo haga se lo ruego. " decía un Ernesto con lágrimas suplicando y con un mal Inglés que apenas entendían lo que quería decir.
La señora Lina estaba tan molesta que le dio una cachetada, y le dijo que pensaría en su castigo, pero que no se quedaría así. Lo agarró y lo llevó a su habitación, diciéndole que era un sucio y otros insultos en ingles que afortunadamente Ernesto no entendió bien. Finalmente lo encerró y dijo que volvería en un momento, que primero tenía que platicar con sus hijas.
Unos 25 minutos después, se acercaron las 3 al cuarto de Ernesto. Un silencio y una tensión enorme se sentían en la habitación. La señora Lina rompió el silencio ante un todavía llorón Ernesto.
-Bueno, parece que no tenemos muchas opciones.... aquí te van las que hay:
1) llamo a la policía y a la directora del programa internacional, les contamos lo sucedido, seguramente te quitarán tu visa, te regresarás a México con tus padres, que pusieron todos sus ahorros en ti y perderían su dinero, y podrías meterte en problemas legales aquí en Canadá, pues ya eres mayor de edad y estos actos pueden ser considerados como pedofilia. Un delito grave...
Ernesto se quedó atónito, estaba en serios problemas, muy serios. Por donde lo viera perdía, y no quería ser señalado como pederasta, avergonzado con sus papás y seguramente sus familiares y amigos se enterarían de los hechos. O incluso podía terminar en problemas legales en otro país, o si le iba bien al menos le quitarían la visa de por vida y no podría regresar en un futuro. Ernesto estaba arruinado.
-Por favor, tiene que haber otra solución, por favor ayúdeme, lo suplico, haré lo que sea pero por favor no me delate, no volverá a suceder, lo prometo.
-"¡Por supuesto que no volverá a suceder! De eso me encargo yo, por eso, hay otra solución..." dijo la señora Lina, acompañada de una mirada brutal de las hermanas Susan y Lauren.
-"¿Cuál es?" - preguntó un Ernesto tímido.
- "Ballet", respondió la señora Lina.
-¿Ballet? ¿A qué se refieren?" - preguntó Ernesto con ingenuidad y misterio.
-"Sí, ballet. Ya que te gusta usar calzoncitos de niña, te daremos el gusto. Además, a la clase de las niñas les hace falta una alumna, pues el recital es en diciembre y aún necesitan una compañerita más, y tu encajas perfecto."
-"¡¿Cómo, realmente esperan que baile ballet enfrente de un público!?" - respondió.
-"Por supuesto, mariquita. Te inscribiremos en las clase de Lauren y Susan, usarán el mismo uniforme y en diciembre te presentas en el recital usando un enorme tutú junto con tu maquillaje y tu tiara. Por supuesto que en todo momento utilizarás calzones de niña. Pero eso no es problema, ya vimos que te gustan mucho..."
-No, por favor no me hagan esto, no puedo ser una bailarina, ya soy un adulto, se burlarán de mí. Además, ¡un niño de 18 con niñas de 15 y 16 usando un tutú será un infierno!
-Bueno, entonces supongo que llamaré a la po...
-NO! Está bien, lo haré !!!
-Dilo, di que quieres ser una hermosa bailarina.
-Quiero ser una hermosa bailarina.
-Eso pensé. Entrarás a clase a partir del próximo lunes, por supuesto, iremos a comprarte calzones para tu clase, y usarás los leotardos viejos de Susan, probablemente te queden un poco justos, pero no importa se te verán hermosos. Por lo pronto, lava esos calzones, a mano. Sirve de cenar y tu te quedarás sin cena. A partir de este momento esperamos TOTAL cooperación de tu parte, harás todo lo que te digamos sin excepción y de buena forma, además de ser lo más femenina posible. ¿Entendido?
Un derrotado, amenazado y sorprendido Ernesto asintió con la cabeza. Mientras reflexionaba lo que acababa de suceder: había sido descubierto masturbándose con los calzones de las niñas, ahora estaba entre la ley o usar leotardos y tutus el resto de su semestre... el simple hecho de imaginarse bailando ballet frente a un público lo hizo temblar del pánico. Comenzó a llorar mientras unas sonrientes hermanas y Lina salían de la habitación, la aventura apenas comenzaba...